El triunfo del equipo de Simone Inzaghi deja para la última jornada la resolución de la competición. El Inter está a expensas del Milán, al que le basta un punto en el último partido para hacerse con el Scudetto. El conjunto interista, segundo, necesita ganar y que su vecino no lo haga para defender el título.
El equipo de Inzagi tuvo un comienzo difícil. Enfrente, un rival sin margen de error, tercero penúltimo de la tabla, en descenso, pero a dos puntos del saludo anotado por Salernitana. La victoria lo habría salvado.
Pero el Inter fue superior desde el principio. Abrió el marcador a los 25 minutos, con un cabezazo a la portería de Matteo Darmian tras un centro del croata Ivan Perisic.
El equipo visitante ya había visto puerta. El eslovaco Milan Skriniar marcó pero fue anulado por el VAR por una mano previa.
El equipo de Inzaghi mantuvo la ventaja obtenida con el gol de Darmian y aprovechó su buena actuación en la segunda mitad para ampliar su ventaja. Fue en un soberbio remate de Lautaro Martínez que recibió el balón de Nicolo Barella. Remate inaccesible para Alessio Cragno.