R) Sí, “Piedra de la noche” Nació de una idea de un buen amigo de Fund, quien le cedió los derechos para la elaboración de la historia. Aquí, una pareja intenta recuperarse de la pérdida de un hijo. A partir del duelo, el director hace crecer la película hasta entrar de lleno en la ciencia ficción, incluso imagina un Kaiju misterioso y nocturno, y mezclando culpa y pereza, con un videojuego y una consola como combustible. De lo costumbrista a lo casi arquitectónico -son notables los planos en los que Fund juega a ser un Jacques Tati de lo oscuro-, “Piedra noche” puede entenderse como una de esas películas aparentemente sobre nada que, en manos de un artesano, se convierte en una excusa para seguir reflexionando.
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-Ya habían trabajado juntos, y la pregunta está desgastada, pero ¿cómo nació el proyecto? ¿De donde él viene?
-Iván Fondo: Conozco el guión desde hace muchos años y siempre me ha interesado su tristeza, su dificultad y ese elemento fantástico que recubre la película y que se ha quedado conmigo. Hace unos años decidí volver al guión y hacerlo mío, con Felipe Castagnet. Quería desarrollar un poco más el sentido fantástico de la película, darle entidad, por así decirlo. Y, de hecho, Maricel existe desde antes que los propios productores, siempre fue una parte importante de la película.
– Maricel Álvarez. : En 2016 hicimos “Toublanc”, que fue una gran experiencia, a nivel humano y artístico. Siempre hemos querido volver a trabajar juntos. Santiago Losa ya me había hablado del guión y me alegró saber que Iván lo iba a llevar al cine. Pensé que todo era perfecto, todo coincidía para hacer una gran película juntos. Dije que sí antes de saber qué cambios iba a hacer en la película.
-¿Cómo se sumó Alfredo Castro al proyecto?-IF: Fue un verdadero privilegio poder contar con él. Fue muy bueno cómo se sumó al proyecto, pues solo había visto “Gentle Rains Shall Come” y le gustó mucho. Nos llamamos y buscó referencias mías entre sus amigos. Le envié el guión y confió completamente en mí como el resto del elenco. Y más que un escenario, fue un trato, lo que lo puso nervioso, pero le terminó gustando la propuesta. Siempre dice que suele ser muy meticuloso en la elección de proyectos, les presta mucha atención, pero con nosotros hizo una gran excepción. Llegó prácticamente sin saber en lo que se metía. Él es parte de esa complicidad que hace posible la película, porque incluso me acompañó en el cambio de dinámica de trabajo que puse en marcha. De hecho, me ofreció filmar varias opciones, involucrándose lo más posible, luego yo elegiría durante el montaje.
-MA: Como colega lo admiro, porque también está en su mejor momento como actor. Con una madurez extraordinaria. Entender siempre que juntos somos más fuertes, mejores y que no hay poses. Todo es auténtico. Y por otro lado, hablando de la película, me parece espectacular lo bien que es capaz de hacernos simpatizar con él como un simple marinero y temerle, si es que lo hace, como un monstruo. Esa dualidad y esa duda que Iván deja sobre su personaje son enormes. “Piedra noche” es una película con finales perdidos, como invitando al espectador a convertirse en autor.